Hoy en día, dadas las circunstancias que el planeta enfrenta con la pandemia del COVID-19, la enfermedad causada por el coronavirus, hay un término que ha ido ganando cada vez más fuerza alrededor del mundo: el teletrabajo. A continuación, te contamos lo que hay que saber acerca del teletrabajo y cómo lograr seguridad para su ejercicio.
¿Qué es el teletrabajo?
Lo que se conoce en la actualidad como teletrabajo consiste en la realización del trabajo habitual de una persona, pero en un sitio que se encuentra alejado de las instalaciones tradicionales de trabajo, como puede ser una empresa o una oficina. Ello, a través de la implementación de tecnologías de la comunicación y la información.
Para poder llevar a cabo las tareas laborales habituales a través del teletrabajo, los empleados requieren de un nivel determinado de formación al respecto. No sólo deben formarse en la utilización de las nuevas herramientas de trabajo para poder desarrollarse con normalidad, sino que también necesitan de la instalación de determinadas herramientas que lo posibiliten. Y, además, los empleados de teletrabajo necesitan medidas de seguridad de la información que mantengan protegidos sus ordenadores y sus documentos.
Un imprescindible: la seguridad de la información
En un contexto como el actual, la seguridad de la información se vuelve algo fundamental a lo que prestar especial atención. Eso se debe a que muchos ciberdelincuentes tienden a aprovechar las situaciones de debilidad y vulnerabilidad para atacar la seguridad de los equipos con los que se desarrolla la actividad laboral. Para comprenderlo, se debe tener en cuenta que los empleados acceden a información privada de las empresas para las que trabajan, sea a través de sus ordenadores o de tablets o smartphones; en otros términos, equipos que no están correctamente protegidos y con redes comprometidas.
Para comprender de qué manera funcionan los posibles ataques, podemos pensar el siguiente ejemplo: un teletrabajador conecta un equipo Windows XP a una VPN o a un servidor compartido. En este caso, se puede esta poniendo en riesgo la información general de la empresa.
¿Cómo generar un entorno seguro para el teletrabajo?
En la red
Una de las primeras recomendaciones a tener en cuenta si se van a desarrollar actividades de teletrabajo es evitar conectarse a redes inalámbricas o a aquellas que son libres o gratuitas. Una alternativa puede ser compartir Internet desde el smartphone, aunque no siempre esto implica que la calidad de la señal será la adecuada.
Si se necesitara lograr la conexión a Internet a través de una red WiFi doméstica del propio hogar, es importante tomar previamente las medidas de seguridad necesarias, antes de comenzar con el teletrabajo. De hecho, si hace mucho tiempo que no se cambia la clave de la red, es un buen momento de hacerlo antes de dar inicio a las actividades de trabajo en el hogar.
En Tablet o smartphone
La primera recomendación en estos casos es mantener el dispositivo correctamente actualizado y con un antivirus de calidad. En el caso del antivirus, es importante revisarlo y saber que se encuentra también actualizado. Se recomienda, además, establecer doble factor de autenticación en el dispositivo para poder acceder a la app que se encarga de guardar los archivos y la información más importante que se requiere proteger. Además, se deben desactivar todas las conexiones inalámbricas del dispositivo que no se estén utilizando, como es el caso del Bluetooth.
En ordenadores
Si vamos a ejercer el teletrabajo desde un ordenador que se tiene en la vivienda, es muy importante constatar que este cumpla con una serie de medidas de seguridad básicas e indispensables antes de empezar. Estas medidas mínimas son la presencia de un antivirus y tener un sistema operativo y los navegadores correctamente actualizados de manera reciente.
Algo a lo que se debe prestar esencial atención es a los correos electrónicos. Es muy importante evitar la apertura de archivos y de documentos adjuntos, como puede ser aquellos vinculados al coronavirus. También es importante evitar descargar aplicaciones que no sean oficiales y la descarga de cualquier tipo de archivo cuyo origen sea desconocido. De hecho, en caso de recibir un correo o material que podría ser de alguien conocido, se recomienda consultar previamente a esa persona por otro medio, para verificar que el correo sea real y no sea una trampa.